Vista 3D de un Pectus Excavatum con implante

¿Que es el Pectus Excavatum ?

Autor : Pr Jean-Pierre Chavoin, ex-Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del hospital universitario de Toulouse, ex-Presidente y secretario general de la Sociedad Francesa de Cirugía Plástica 

El Pectus Excavatum (tórax en embudo), es una deformación del tórax congénita caracterizada por una depresión medial o lateralizada del esternón. Esta depresión forma una concavidad a la altura del torso y se manifiesta durante el crecimiento, afectando a entre un 1% y un 2 % de la población mundial. Es la malformación torácica congénita más frecuente ((95% à 97% des cas[1]) con una incidencia de entre 1/300 y 1/1000 nacimientos en el mundo [2].

Cuerpo

Población, síntomas y causas del tórax en embudo

Todo el mundo se puede ver afectado por esta patología. La literatura científica estima una ratio de 4 hombres por cada mujer (75 %).

El Pectus se caracteriza por un crecimiento insuficiente o excesivo de las estructuras óseas y/o cartilaginosas de la caja torácica. Afecta a la segunda parte del esternón e invade los cartílagos de la tercera a la octava costilla. Con frecuencia, la escoliosis está asociada a esta deformación.

La etiología no ha permitido determinar las causas y el origen de esta patología. El carácter hereditario de la deformación está fuera de toda duda, ya que un 40 % de los afectados cuentan con un miembro de su familia que también sufre la patología [3].

Se forma un arco por la proyección de la parte alta del esternón y los cartílagos costales adyacentes, lo que da lugar a la aparición de una concavidad.

Clasificación del Pectus Excavatum

La clasificación de Chin clasifica los diferentes tipos de Pectus Excavatum según sus características morfológicas :

  • CHIN 1 : la malformación es simétrica, profunda y centrada en el esternón.

CHIN 1

CHIN 1

CHIN 1

CHIN 1

CHIN 1

CHIN 1

  • CHIN 2 : la malformación es simétrica, menos profunda y se extiende a las regiones pectorales.

CHIN 2

CHIN 2

CHIN 2

CHIN 2

CHIN 2

CHIN 2

  • CHIN 3 : la malformación es asimétrica y se extiende a las regiones pectorales. La desviación es más frecuente en el lado derecho.

CHIN 3

CHIN 3

CHIN 3

CHIN 3

CHIN 3

CHIN 3

 

Hay otros tipos de Pectus fuera de esta clasificación como :

  • El Pectus Arcuatum : un arco está formado por la proyección de la parte superior del esternón y los cartílagos costales adyacentes, lo que induce un hueco.
  • El Pectus mixto, que mezcla varios tipos de la clasificación de Chin. Por ejemplo, un lado derecho comparable a un tipo 1 y un lado izquierdo comparable a un tipo 3.

El Índice de Haller permite medir la profundidad del Pectus Excavatum con mayor precisión, particularmente en mujeres donde la deformación es difícil de evaluar debido al volumen mamario. Cuanto más alto es el índice de Haller, más profundo es el Pectus Excavatum.

¿Tiene el Pectus un impacto funcional?

Evaluación funcional

Se han llevado a cabo diferentes estudios para determinar si esta deformación torácica tenía una incidencia sobre la capacidad pulmonar y cardíaca de los pacientes. Mientras que algunos investigadores demuestran un impacto cardiovascular, como Malek MH, Berger DE o Marelich WD[4], otros invalidan la hipótesis sobre las mismas bases (Guntheroth WG, Spiers PS)[5].

Los trabajos de Louis Daussy[6] (ámbito pulmonar) y Samir Shah[7] (ámbito cardíaco) indican que la presencia de un plexo hundido no impide tener una vida normal, ya que el cuerpo y los órganos se han desarrollado con él, y se han adaptado a esta malformación durante el crecimiento.

Normalmente, no presenta ninguna repercusión funcional cardíaca o respiratoria, o bien esta se debe a una restricción de las actividades físicas causada por la alteración de la imagen corporal.

En caso de duda durante el examen clínico, se puede realizar una serie de pruebas cardiopulmonares para determinar la técnica quirúrgica que mejor se adapte.

Impacto psicológico del Pectus

A menudo, el tórax en embudo es difícil de aceptar, tanto físicamente como psicológicamente. Además, conlleva una alteración de la confianza en sí mismo del paciente y un malestar, en ocasiones profundo, que puede derivar en un auténtico complejo. Las repercusiones psicológicas son especialmente importantes durante la adolescencia, llegando a perturbar la imagen de uno mismo, las relaciones sociales y, en ocasiones y de manera indirecta, la práctica de deporte.

El complejo afecta tanto a los hombres como a las mujeres, sin importar la profundidad de la concavidad provocada por la patología. Los pacientes limitan su actividad y su ocio cuando estos implican la exposición del torso: piscina, deportes colectivos, baños en la playa...

Es un problema que a pesar de que no supone un problema de salud para la población, es un problema de percepción de la autoestima del paciente, que requiere posiblemente una corrección para conseguir mejorar su calidad de vida. Dr. Antonio Álvarez Kindelán, cirujano torácico en Córdoba

Tratamiento